Según mi amiga Silvina: "Dedicado a esas apariciones "titilantes" de domingo por la tarde, que te dejan remando sola en el mar del Ojalá.
Bien podría ser para el capítulo de los "Amores Titubeantes", esos donde los dos saben que es amor, pero no terminan de darse por enterados. Y donde generalmente, cuando uno de los dos se percata del asunto (aunque sea por un instante fugaz, seguido de una especie de olvido mentiroso), huye raudamente. Y con ese acto, deja al otro solito remando en el mar de la (im) posibilidad.
"Ojalá"
Cada vez que te apareces
Confirmo que estás
Tanto muy cerca
como demasiado lejos.
Las almas,
no se tocan con las
manos
Y los reflejos, tan sólo pasan.
Ojalá exista un puente sideral
que algún día
acorte el trecho;
y que acabe
con la proximidad de tu distancia.
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