Se ve que nos hacen falta excusas
para desearnos días felices. Hace poco, yo misma decía esto en relación al “Día
de los Hermanos”. Después, vino la
pregunta: ¿por qué hacen falta excusas para desearle a los demás un día felíz;
un día bueno; lleno de cosas que lo
hagan sentir bien?.
Será que de a poco van
desapareciendo los otros, y no hablo solamente
de esos “otros” a los que nos
unen los afectos: hablo de todos aquellos con los que nos cruzamos cada día,
sin registrar.
Hace tiempo, pensaba que
desaparecer es algo que puede suceder de
muchas formas: la desaparición física es la forma aparentemente más definitiva,
ya que con una persona que se va, mueren universos: esos que se crean con cada
uno de quienes lo conocen y quieren. Algo perdura en la memoria, por suerte. Y
creo que ahí reside la clave: la desaparición definitiva es el olvido.
No es necesario que el cuerpo
falte: basta con olvidar; con negar; con silenciar; con mirar a otro lado.
Obviamente, me dirán — ( y con razón)— no se puede conocer ni estar atento e
implicarse con todo el mundo. Sería un caos interesante, pienso; al menos más
acogedor que aquél en el que ya vivimos. O una pesadilla. No sé. Por lo pronto
no pasa de una idea disparatada.
Las que me preocupan, son “microdesapariciones” si se quiere. Las de
todos los días: esas que se dan tan automáticamente que uno ya ni las nota.
¿De qué hablo?. De esas palabras y gestos
cotidianos, tan simples: el “Buenos días”; “Permiso”; “Por favor”; Perdón” y
“Gracias”. Que son “sólo palabras”, si se quiere. O muestras de un mínimo registro del otro y
su presencia, si lo sentimos de verdad. Empecé a pensar que cada vez que uno
adelanta a alguien caminando; se mete en una fila; no cede un asiento y un
largo etcétera, ese alguien se borra un
poco. Serán las consecuencias del tiempo en que vivimos; de nuestras
subjetividades; de las hormonas, y qué se yo qué más.
Ojo, no estamos obligados a ir
por ahí saludando y agradeciendo a todo el mundo, porque esa también sería una
manera de ir en piloto automático. Pero mi costado soñador quiere seguir
pensando que con esos simples gestos, el mundo se vuelve un poco más cálido.
Serán sandeces, pero a mi me
importan.
Ahora si, que tengan todos un
felíz día.
Por favor, perdón y gracias.
Muy bueno, es verdad lo de la ausencia física, sobre todo cuando miramos para otro lado, pensamos que el otro "desapareció" y somos nosotros los que desaparecemos...yo siempre fui de festejar todo! pero todo! y creo que de a poco el "realismo" de la gente, me va apagando ese entusiasmo deliberado de adolescente frenética. Gracias por tus palabras siempre dejan una reflexión en mi, perdón la extensión del post, y por favos sigue escribiendo! ;)
ResponderEliminarGracias por leerme, y por tomarte el trabajo de postear acá. Ultimamente estoy personalista con los tópicos, o subjetiva, si se quiere. Pero así soy yo: escribo sobre lo que me conmueve, así sea el lado claro de la oscuridad.
Eliminar¡Abrazo y gracias de nuevo! NO se preocupe por la extensión del post, me encanta leerlos.