domingo, 27 de octubre de 2013




No se pasa el tiempo
 leyéndote en el aire;
Buscándote en el agua;
 rozándote en el viento.
No se pasa el tiempo
horadando la tierra,
de tanto ir y venir sin encontrarte,
con los pies descalzos.
No se pasa el tiempo
si hasta el silencio te nombra,
y mi memoria
te lleva grabado a fuego
aunque se oponga
un universo entero de razones.

1 comentario:

  1. Este poema me gustó mucho, bien logrado. mi afecto. marta comelli

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